Barrio de Santa Cruz

Santa Cruz, un barrio con historia

La plaza de Santa Cruz es uno de los lugares más visitados de Sevilla. Antiguamente, estaba en él la parroquia de la Santa Cruz, que daba nombre al barrio. La iglesia, de estilo mudéjar, aprovechó una de las tres sinagogas que había en la judería sevillana (las otras estuvieron en las actuales parroquias de San Bartolomé y Santa María la Blanca) y fue convertida en iglesia cristiana tras los sucesos de 1391. La iglesia estaba en estado ruinoso cuando fue derribada en 1811 por el gobierno de ocupación francés, que emprendió un plan de reurbanización de la ciudad. Del solar de la iglesia salió la actual plaza, y la parroquia se trasladó al antiguo convento de los Clérigos del Espíritu Santo, que es la actual Iglesia de Santa Cruz. Tres de las columnas de la sinagoga-iglesia se conservan en la calle de La Rábida, sustentando la gran reja que allí hay.

En esta antigua iglesia estaba enterrado Murillo, y sus restos quedaron sepultados en el derribo, como atestigua una placa en la fachada oeste de la plaza.

En 1921 se coloca en su centro su famosa Cruz de la Cerrajería. Este monumento es de 1692, obra del rejero Sebastián Conde, y en su origen estaba situado en la confluencia de las calles Sierpes y Cerrajería (de ahí su nombre). Debido a las molestias que causaba en la circulación fue desmontada y vuelta a montar en numerosas ocasiones, hasta que finalmente en el siglo XIX se llevó al Museo de Bellas Artes. En 1921, y con motivo de las reformas urbanísticas del barrio de Santa Cruz, se colocó definitivamente presidiendo el centro del jardín de esta plaza.

Desde OléHousing nos preocupamos por ofrecer alojamientos en lugares únicos, llenos de encanto como es el caso de esta maravillosa Judería Sevillana. Por ello, nuestros huéspedes se pueden alojar en el número 4 de esta misma plaza, en un edificio con carácter histórico y unas vistas muy especiales. Además, la tercera planta cuenta con un ático con una terraza terraza privada que permite disfrutar del olor a naranjo y azahar en la primavera sevillana creando una experiencia única.

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